Los historiadores
tratan constantemente, como ya había mencionado antes, con ciertos datos,
números y estadísticas de diferentes temas. [1] Ya sea sobre la población,
sobre la economía, sobre asuntos militares o asuntos culturales. Estos datos
nos permiten analizar, comprender y profundizar en un tema determinado,
sirviéndonos de apoyo para comprender algún proceso histórico. Una manera
didáctica de presentar estos distintos datos es a través de las gráficas.
Muchas
veces recordamos como en nuestras clases de matemáticas veíamos como se hacían las gráficas con colores y teniendo como base en ocasiones la hoja milimétrica.
Las hay de muy distintas maneras, ya sea de barras, de puntos, circular, de
dispersión, de aéreas, entre otras. Estas pueden ser de gran ayuda para poder
ver de manera distinta esas cifras que por sí solas difícilmente en una primera
impresión nos pueden decir algo.
Es
en este sentido que las Tic’s nos sirven como herramienta, no solo para poder
ver gráficas digitales, sino para que nosotros mismos seamos capaces de
crearlas. Esto con el interés de poder ver esos cambios que con las simples
cifras difícilmente podríamos notar. La hoja de cálculo, en esta tarea, será de
gran ayuda ya que, a diferencia de la hoja milimétrica, prácticamente las gráficas se hacen de manera automática y sencilla.
Es
pues de gran ayuda para el historiador, pues al observar los datos en una gráfica nos permite tener un primer acercamiento al tema que se trata. Al
observarla los estudiantes y uno mismo debe de buscar lo que podríamos llamar
“cambios” o “constantes”, lo cual se da con esta primera visión de la gráfica.
Debemos
ser capaces de que esta observación nos conduzca a la formulación de preguntas
sobre lo que pongamos más atención. En este caso, como procesos históricos, los
“cambios” que sobresalen y que percibimos.
Después,
a la creación de hipótesis por las que suponemos suceden los mismos. La gráfica tendría entonces esta finalidad de
acercamiento del alumno a un tema, en donde desarrolle la capacidad de percibir
cambios en la gráfica cosa que difícilmente se haría con una serie de números.
Como ya se menciono, tendríamos que ser capaces de formular preguntas y a la
vez establecer interpretaciones o hipótesis que traten de responder dichas cuestiones.
A su vez las
proyecciones hechas en ocasiones por otras disciplinas y que observamos en las gráficas tiene la finalidad de dar una posibilidad. Esta posibilidad puede
reflexionarse, puede formar conciencia, preocupaciones, frente a lo cual el
lector de la gráfica puede responder de cierta manera. No ha de asustarle al
historiador esas proyecciones a futuro, puesto que pueden ser un muy buen dato
que nos ayude a comprender los procesos históricos. Todo esto gracias a la ayuda visual
que pueden representar las gráficas que uno mismo puede construir a través de la hoja de calculo.
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