miércoles, 27 de noviembre de 2013

Manipulando mapas: El avance de la Revolución Cubana


La presentación, como ya se había mencionado en entradas anteriores, es sin duda una herramienta didáctica que nos ayuda de varias maneras, en la clase de historia, de mostrar el cambio. Este incluso se puede ver a través de la manipulación de mapas, ya sea con flechas, con figuras, con señalamientos o cuadros con pequeña información que nos ayuden a ubicar y comprender el mapa. Tal es el caso de este pequeña presentación de un mapa de la isla de Cuba que muestra el avance de las fuerzas revolucionarias de Fidel Castro desde Sierra Maestra hasta la entrada triunfal de la Habana. En linea aquí: Avance de la Revolución Cubana

La vida entre las estaciones del metro

Por: Luis de la Peña

Pasan y pasan los vagones, uno tras otro
La gente camina sin cesar, entre empujones y pisotones
Las puertas se abren y cierran
¡Parece tan monótona la rutina!
Subir, escuchar las mismas letanías de siempre de  los vendedores
Los chismes de los estudiantes que salen de la escuela
Con un poco de mala suerte la conversación vulgar de jóvenes y adultos
Con buena suerte no pasa del clásico “tururú”
La pareja que se va besando, el anciano que pide con la mirada un asiento
Los hombres que fingen estar dormidos, el que va leyendo un pequeño libro
Todo esto entre un incesante subir y bajar.
Así es el metro. Un constante ir y venir.
Algunas vece me pregunto ¿A dónde irán?
Aquel solitario que escucha música
Aquella persona que sube con sus costales
El señor con su portafolio o la mujer con su bebe
El del uniforme que mira constantemente el reloj
Seguramente, si él, ha de ir a su trabajo
Y el niño que va sentado mirando por la ventana
Ha de ir ya a su casa, después de un día de escuela
Y aquella bonita joven, la de la bata blanca
Que a pesar del reflejo del cansancio en su rostro al ver que la veo
Me da una linda sonrisa, amigable y sincera
bajándose en la siguiente estación para ir a su facultad.
Poco a poco va vaciándose el vagón, quedándose solitarios los asientos
El joven del libro repara en ver la estación, y aquel que iba durmiendo
Asustado al despertar corre a la puerta pues la estación ya se le había pasado
Es así, como ante variados paisajes, entre la gente que trata de salir
Y la que a su vez trata de entrar al vagón
Entre ese espectáculo lleno de pasiones
Donde la caracterización de uno es precisamente esa: la de uno mismo,
llego a mi destino
Dejando atrás ese carro anaranjado.
Mas no es un adiós, sino un hasta luego
Pues dentro de unas horas volveré
Y me convertiré en un participe mas

De ese gran espectáculo de la vida diaria.

Crea tu revista en word

Word se ha consolidado, dentro del paquete de oficina, como el mas usado y mas sencillo se usar. Sin embargo, pocas veces nos damos cuenta de lo mucho que podemos hacer en este tipo de instrumentos electrónicos. Una de estas es el hacer un formato de revista con un texto cualquiera. Para fines didácticos este se vuelve sin duda un recurso llamativo que por demás obliga a quienes lo formulan a tomar en cuenta la manera en la que presentan un texto, la información que en este vierten, imágenes, preguntas y otro tipo de cosas que ayude al aprendizaje. En este caso por ejemplo, se le dio el formato a un pequeño articulo que en este mismo blog se encuentra publicado con el título "Historia de chismes". En este casi el titulo se cambia a manera de pregunta para darle este sentido mas didáctico y de introducción al tema. Las imagenes son un apoyo visual para llamar la atención del lector. El color, el tipo de letra y las letras resaltadas ayudan a fijar las ideas principales, a lograr una lectura amena y entretenida. Esta la puedes encontrar en el siguiente Link: 

https://www.dropbox.com/s/kofn73ws5hkj3me/Una%20Historia%20de%20chismes.docx

domingo, 17 de noviembre de 2013

El compromiso del historiador

por Luis de la Peña Loredo
Nosotros, los historiadores, muchas veces somos absorbidos por la rutina de nuestra disciplina, por los quehaceres de la academia. Se nos enseña a buscar fuentes, realizar fichas, poner en pie aparatos críticos e incluso no falta algún atrevido que nos pida interpretaciones nuevas. Todo con la esperanza de ser aceptado por nuestros colegas en la academia. Sin embargo, poco o nada nos detenemos a reflexionar sobre las bases en las que se sustenta nuestra disciplina, los ejes en los que va moviéndose el historiador.
Como estudiantes de historia, incluso, tememos el momento en el que otra persona, externa a nuestra disciplina, con interés mostrado, nos pregunte: “¿qué es la historia?”. No nos sentimos preparados para responderle. Esta circunstancia penosa nos recuerda a san Agustín que, cuando se preguntaba por el tiempo, respondía sabiamente: “Si nadie me lo pregunta, lo se. Si quiero explicarlo, no lo se”. Pensar en el quehacer de la historia es, con todo, algo que los historiadores tienen que hacer en algún momento —como un compromiso adquirido consigo mismos al entrar al mundo de Clío.
Este mismo compromiso es el que debería llevar a los historiadores a tratar de encontrar un sentido a lo que hacen. Al intentar contestar a la pregunta acerca de qué es la historia, sin embargo, surgen más preguntas sobre las que deben reflexionar. Estas preguntas conforman los ejes sobre los cuales se mueve la disciplina: ¿qué es el tiempo?, ¿qué es el tiempo histórico?, ¿qué es el pasado?, ¿qué es la verdad?, ¿qué es lo humano?
Con todo, los que han tratado de dar respuesta a semejantes preguntas son en su mayoría filósofos, no historiadores. Los estudiosos de la historia no se sienten obligados a darles respuesta y a veces ni siquiera a hacerse las preguntas. Para ellos lo que cuenta es tratar con lo concreto, con los hechos, con las fuentes y documentos que consideran forman la materia prima para crear sus historias. No existe la necesidad de detenerse a reflexionar en el propósito de su obra. Como resultado, los historiadores prefieren pasar las preguntas acerca de su quehacer a otras disciplinas, dárselas a los filósofos, entregarlas a quienes estén dispuestos a hacerlas suyas porque para ellos (los historiadores) resultan ajenas.
De este modo, al pensar que esos problemas no nos conciernen, nos negamos a reflexionar acerca del mismo ser humano, esto es, acerca de lo que, en principio, trata nuestra disciplina. ¿Y qué es entonces la historia sino una de las disciplinas más humanas? No sólo habla del ser humano, sino que es en sí misma algo propio de lo humano. La historia se construye, se recrea en uno mismo, de forma íntima. Deviene en un compromiso con nosotros mismos, pero también con la humanidad. Adquiere utilidad para quien la escribe y para aquellos de quienes trata.

Y así también, sin duda, los problemas planteados por los historiadores están, de alguna u otra manera, ligados a su presente. Como diría Ortega y Gasset, nuestra circunstancia nos lleva a fijarnos o poner atención sobre un tema histórico que nos ayude a comprender y a actuar sobre nuestra vida actual. O como bien diría Marc Bloch, la historia debería servir para la vida. Por consiguiente, cuando los historiadores hacen el compromiso de preguntarse por los fundamentos de su disciplina, se ven forzados a hacerlo desde su circunstancia, para su presente, y por una preocupación que atañe a su actualidad. Al tratar de imitar el supuesto empirismo de las ciencias duras, los historiadores olvidan reflexionar acerca de las bases sobre las que se apoya su actividad, caminan sin preguntarse sobre lo que hacen y para qué lo hacen. Y entonces su quehacer pierde su sentido, su motivo y los historiadores sólo construyen conocimiento para la erudición y se olvidan de la vida.

Este texto lo puedes también encontrar en: http://elpresentedelpasado.com/2013/11/08/el-compromiso-del-historiador/

jueves, 7 de noviembre de 2013

Líneas del tiempo en línea

Las líneas del tiempo, como ya se había mencionado en una entrada anterior (¿Línea del tiempo en hija de cálculo?) sin duda son una herramienta que nos sirven para acércanos a diversos procesos históricos. Con ellas podremos mostrar una cronología, pero también una serie de acontecimientos en los que se vea cambios y transformaciones.
Linea del tiempo en Tme Rime
Para ello ya habíamos visto en la entrada ya mencionada como estas podían ser elaboradas en hojas de cálculo. Sin embargo, otro factor importante de las Tic’s que sin duda confirma un fenómeno actual es el internet. El cual ha significado una apertura a distintas herramientas que nos facilitan el uso de estas diferentes didácticas, entra las que se encuentran las líneas del tiempo.
Encontramos así varias páginas que nos permiten elaborar, con base a plantillas ya establecidas y formatos fáciles de usar, líneas del tiempo. Estos programas pueden ser descargados, pero también pueden ser usados en línea.
Linea del tiempo en Ourtimelines
Para ello existen varias páginas que nos permiten hacer uso de tal recurso. Dicho sea de paso que tenemos que registrarnos en ellas para poder acceder gratuitamente. Hay de varias formas: algunas muy sencillas que solo permiten agregar texto, mientras que otras permiten agregar mas recursos como imágenes y vídeos.
Linea del tiempo en Timetoast


Alguna de estas páginas que encontramos son:

Ourtimelines: http://www.ourtimelines.com/
Esta linea del tiempo es una de las mas completas, ya que te permite insertar imagenes lo que las hace mas llamativa.

Time Rime: http://timerime.com/ 
Esta linea del tiempo es realmente sencilla, pero fácil de usar. recomendable para poder ubicarse en los acontecimientos históricos

TimeToast: http://www.timetoast.com/ 
Esta es una de las lineas mas didácticas, ya que te permite insertar imágenes y ademas poder verlas conforme uno se va moviendo en la linea del tiempo. 

martes, 5 de noviembre de 2013

Una historia de chismes

Luis De la Peña Loredo

En un cuarto alumbrado sólo por una pequeña luz en el techo se dejaba ver una mesa y la silueta de varios hombres. Uno, medio alto, corpulento y con grandes botas. Otro, chaparro comparado con el primero, con un traje elegante y bien portado. A lado un personaje, igualmente chaparro, con un gran sombrero, un pañuelo al cuello y una chaqueta con botonadura de plata. Su mirada se ocultaba bajo el sombrero. Aquel otro, no menos lejos, con unos cabellos  y barba larga de color blanco que brillaba con la tenue luz y unas pequeñas gafas que ocultan los ojos. Todos alrededor de la mesa con sonrisas maliciosas, de los peores villanos de películas hollywoodenses. Se habían unido en secreto para determinar, paso por paso, cómo debía de ser el futuro de la nación a la que arrojarían a las balas de una revolución.


Es común escuchar en las calles, en pláticas cotidianas o inclusive en las redes sociales la frase “nos han engañado”. Quienes la dicen se refieren al desencanto, al desenamoramiento que uno sufre de aquellos personajes que se enseñan en la primaria (ya tan desvalorada). Esta percepción se debe, al menos en parte, a las personas que dicen venir a contarnos la verdad, presumiéndonos de ser sus poseedores y con la bandera de desenmascarar a esos personajes que tanto admirábamos.
Se trata de la clase de personas que Pedro Salmerón ha llamado falsificadores de la historia; esto es, según dice el propio Salmerón bajo la premisa de Antonio Caso, aquéllos que basan sus tesis en mentiras. Esa mentira que groseramente difama y que ciertamente hace que uno se imagine a los personajes históricos como parte de una revista de variedad. Se trata, considero, de una historia de chismes. Los chismes, por definición, no requieren ningún sustento y tienen una intención de morbo. Según el diccionario de la Real Academia Española, por chisme debemos entender una noticia verdadera o falsa, que pretende dañar la imagen de una u otra persona y, por otro lado, como algo que tiene poca importancia. Por ejemplo, si Miguel Hidalgo fue o no mujeriego, tiene poca importancia para los acontecimientos históricos, al igual si Emiliano Zapata fue o no homosexual.
Así es como estas personas blanden su espada con la menor delicadeza para atacar. Y no bastando eso, en tono casi furioso, regañan a los personajes históricos como autoridad indiscutible, creyéndose dueños de la única y absoluta verdad sobre la historia. Con su mirada en el presente juzgan y buscan “desmitificar” a los personajes históricos. Lo paradójico es que muchos de quienes critican el mito de la historia que muchas veces llaman historia oficial, en realidad, terminan por crear sus propios pedestales. Mitifican.

Los falsificadores caen en el absurdo de juzgar a los personajes y momentos históricos que estudian como si estos se hubieran sentado en una mesa a planear el futuro (que ahora nosotros ya conocemos) de una forma malvada, como si estuvieran esperando hacer todo el mal a la nación. Esto equivale a una crítica sin sentido, a un regaño. Se trata, desafortunadamente, de una visión que sus defensores difunden sobre todo a través de imágenes enviadas por las redes sociales, imágenes que, ciertamente, pueden causar un gran impacto entre quienes no están familiarizados con la historia. Frente a estos falsificadores o creadores de una historia de chismes que llaman la atención por el morbo y no por la importancia de los acontecimientos históricos, los historiadores no hacemos nada. Siguiendo la propuesta de Pedro Salmerón, se ha de difundir una historia con bases, y no de chismes. Sin embargo, esta historia con bases muchas veces se queda en la academia, esperando a ser leída por colegas y dejando a gran.

Este pequeño texto también lo pueden encontrar en  http://elpresentedelpasado.com/2013/10/13/una-historia-de-chismes/




lunes, 4 de noviembre de 2013

Un primer acercamiento a la Revolución Cubana

Las presentaciones, como ya había mencionado en entradas pasadas (¿Qué es una presentación didáctica?), bien pueden ayudarnos a introducirnos en algún tema. Para ello un pequeño cuestionario nos ayudara a saber que tanto sabe el alumno del proceso histórico que se abordara. Con esto podemos hacer un balance de lo que el alumno mismo cree del proceso que esta estudiando o de los datos con los que cuenta del mismo. Y con ello tener un punto de partida para abordar dicho tema. En este caso aquí encontramos una presentación que trata de introducir al tema de la Revolución Cubana en el siguiente link:

https://www.dropbox.com/s/3e0vo5y0vpcnueq/Rev%20cubana.pptx

¿Qué es una presentación didáctica?

Sin duda alguna las presentaciones son un gran recurso en el aula de clases. Sin embargo pocas veces las explotamos con varios de los recursos que nos proveen para hacerla de una manera didáctica y entretenida.
A la presentación le podemos dar pequeños adornos que nos ayuden a hacerla llamativa. Para ello el programa nos da una serie de plantillas las cuales, adecuado al tema que trataremos, podemos elegir.
Por otro lado las propias diapositivas pueden ser presentadas de manera didáctica, haciéndose notar el cambio, a través de efectos, de una a otra. Estos recursos igualmente recursos se nos proveen en el programa como plantillas.
Las diapositivas sin embargo no necesariamente se tienen que presentar en el orden de uno, dos, tres, cuatro…etc. Sino que en realidad estas pueden ser elaboradas con vínculos que nos ayudan a que no sea continua, sino posiblemente salteada. Es decir, los hipervínculos nos ayudan a pasar de la diapositiva uno a la cuatro, y regresar a la uno de la cual también puede partirse  a la seis.
Como agregar hipervinculo 
Con esto podemos crear menús de temas, cuestionarios que lleven a preguntas diferentes, respuestas diferentes, a imágenes que muchas veces logran ser impactantes para el estudiante.
Hacer que una diapositiva lleve a otra o a internet.
Por otro lado también la presentación nos ayuda a manejar otras herramientas, como las imágenes de mapas. Estas se pueden manipular de manera que, con la presentación, se vayan mostrando cambios en un mismo mapa. Con lo cual se esté explicando un proceso histórico. Por ejemplo como los cambios de territorio político. El avance de un ejército, las densidades de población, entre otras cosas múltiples.

Para complementar la presentación pueden anexársele videos pequeños, hipervínculos que lleven a internet directamente. Lo cual ayuda al estudiante a fijar su atención a la presentación. 
 Por consiguiente, se ha de explotar el recurso didáctico que significan esta serie de presentaciones.